Con 213 millones de habitantes, Brasil derrocha diversidad, belleza y vida. Ningún lugar es mejor para comprobarlo que Río de Janeiro, la segunda ciudad más grande del país. Brasil se ha convertido en un paraíso para surfistas de todo el mundo gracias a su clima tropical y sus 700 kilómetros de deslumbrante costa. Durante siglos, los pueblos indígenas se aventuraron en el océano en canoas construidas a mano. Después, a medida que los brasileños se sintieron atraídos por la diversión y la libertad de las olas, la cultura surf consiguió despegar durante la década de 1960. No es de sorprenderse entonces que algunos de los mejores surfistas del mundo procedan de Brasil.